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El labio leporino y paladar hendido en profundidad

labio leporino y paladar hendido

Las malformaciones congénitas en la cara del bebé son visibles y llamativas, lo que puede crear un gran impacto en la familia en el momento del nacimiento. Algunas de las malformaciones congénitas más habituales en los bebés son el labio leporino o hendido, el paladar hendido y la fisura labiopalatina (combinación de labio leporino y paladar hendido). El labio leporino y/o la fisura labiopalatina tiene una incidencia de 1 de cada 700 nacimientos a nivel mundial. Los padres deben estar tranquilos ya que la cirugía permite mejorar el funcionamiento del labio o del paladar, dejando unas cicatrices muy discretas que apenas se notarán.

Si quieres saber cómo ocurre, las posibles repercusiones y el tratamiento, continúa leyendo.

1. Factores de riesgo del labio y paladar hendido

En el primer trimestre del desarrollo del feto en el útero, los laterales del labio superior y/o el paladar no se fusionan de forma correcta, provocando una hendidura o abertura.  Dependiendo del tejido incorrectamente fusionado se puede originar un labio hendido (queilosquisis), un paladar hendido (palatosquisis) o una fisura labiopalatina.

El origen de estas anomalías no siempre es conocido. Se considera que puede ser debido a la combinación de factores genéticos y factores ambientales. A continuación, se recogen algunos factores que pueden aumentar la predisposición a que un bebé presente este tipo de defectos congénitos.

  • Antecedentes familiares
  • Presentar un síndrome (fisura sindrómica): en ocasiones estas anomalías orofaciales son un signo de un síndrome, como el síndrome de Pierre Robin o el síndrome de DiGeorge.
  • Madre con diabetes anterior al embarazo.
  • Madre con sobrepeso.
  • Consumo de alcohol, drogas y tabaco durante el embarazo.
  • Exposición a sustancias químicas durante el embarazo.
  • Ingesta de algunos medicamentos como anticonvulsivos, medicamentos para el tratamiento del acné, cáncer, artritis o psoriasis durante el embarazo.
  • Deficiencias nutricionales: deficiencia de ácido fólico y otras vitaminas y minerales durante el embarazo.

2. Tipos de fisuras orofaciales

Las hendiduras tanto en el labio superior como en el paladar pueden ocurrir de forma aislada o conjunta. El bebé puede tener hendidura únicamente en el labio superior o solo una hendidura en el paladar o presentar hendiduras en labio y paladar simultáneamente. La variedad de tipos se fundamenta en la localización de la hendidura y la cantidad de área afectada:

niño con labio leporino

2.1. Hendiduras labiales

  • Unilateral: afecta solo un lado del labio. Puede ir acompañado de hendidura palatina. Dentro de las hendiduras labiales unilaterales podemos distinguir entre labio hendido unilateral incompleto o parcial en la que la hendidura labial no alcanza la nariz. O labio hendido unilateral completo o total en el que la abertura se extiende hasta las fosas nasales.
  • Bilateral: son dos aberturas a ambos lados del labio. Pueden ir acompañadas de paladar hendido. Podemos encontrar dos subtipos. Por un lado, labio hendido bilateral incompleto o parcial que implica hendiduras a ambos lados del labio superior que no alcanzan la nariz. Por otro lado, labio hendido bilateral completo o total en el que las aberturas a ambos lados del labio superior que ascienden hacia la nariz.
  • Central: abertura en la zona media del labio superior. Puede ir acompañada con una hendidura palatina. Aquí también nos encontramos con dos subtipos. En primer lugar, labio hendido central incompleto o parcial en el que la fisura no compromete la nariz. En segundo lugar, labio hendido central completo o total, en este caso, la abertura involucra a la nariz.

2.2. Hendiduras palatinas

Estas hendiduras provocan la comunicación de la boca y la nariz, y encontramos dos tipos. Paladar hendido parcial o incompleto, en el que la hendidura afecta exclusivamente al paladar blando. Y, por último, paladar hendido total o completo en el que la abertura se extiende por el paladar duro y blando.

De esta clasificación, se pueden extraer los tipos combinados como labio hendido o leporino y paladar hendido unilateral completo o incompleto, bilateral completo o incompleto, central completo o incompleto.

La fisura palatina submucosa es una abertura en el paladar blando cubierta por membrana mucosa. Tiene una difícil detección, especialmente, cuando la hendidura es muy pequeña y no presenta complicación en el habla. Representa un porcentaje pequeño de las hendiduras palatinas.

3. Problemas relacionados con labio y paladar hendido

Además del problema estético, los bebés con labio hendido y/o paladar hendido pueden tener una serie de complicaciones, especialmente en los primeros meses después del nacimiento, antes de que se realice la cirugía. Estas complicaciones serán diferentes para cada caso en función de la localización y extensión de la fisura.

3.1. Problemas dentales y maxilares

En el caso de una fisura que alcanza la encía superior, es posible que los dientes no se desarrollen con normalidad. Será importante un seguimiento del desarrollo dental y se requerirá un tratamiento de ortodoncia.

Algunos niños con fisura labiopalatina presentan un ritmo de crecimiento diferente de ambos maxilares, lo que puede llegar a provocar dificultades de masticación y artritis en la articulación de la mandíbula.

3.2. Infecciones de oído y problemas de audición

Los músculos del paladar participan en el drenaje del líquido del oído. Con una fisura en el paladar no se realiza un drenaje adecuado aumentando la probabilidad de infección. Las infecciones recurrentes pueden conducir a la pérdida de la audición. El otorrinolaringólogo puede recomendar la colocación quirúrgica de tubos de ventilación en el tímpano para evitar la acumulación de líquido.

3.3. Dificultades de alimentación

La fisura labial y el paladar hendido pueden dificultar la succión a la hora del amamantamiento o alimentación con biberón y la deglución. También pueden ocurrir problemas de entrada de gran cantidad de aire y regurgitación nasal o salida de la leche por la nariz, así como dificultades para aumentar de peso durante los primeros meses. La logopedia neonatal y diferentes utensilios pueden ayudar a mejorar estos problemas. Por ejemplo, tetinas especiales, prótesis de paladar o prótesis dentales para favorecer la succión y la deglución. En los casos más graves, el bebé será alimentado por sonda nasogástrica hasta que se produzca la operación quirúrgica.

3.4. Problemas del habla

El paladar es un punto articulatorio de algunos sonidos del habla. Asimismo, los labios son órganos articulatorios que ayudan a emitir sonidos del habla. Por ello, algunos sonidos pueden verse afectados produciendo un habla poco clara. Además, puede haber un escape nasal que dote a la persona de una voz nasalizada. Los procedimientos quirúrgicos pueden solucionar los problemas del habla y de la voz. No obstante, algunos niños todavía necesitarán tratamiento de logopedia.

3.5. Problemas respiratorios

Es frecuente que los niños que nacen con labio hendido tengan el tabique nasal desviado. Esta desviación puede dificultar la respiración, pero se puede realizar una cirugía llamada septoplastia para enderezar el tabique.

3.6. Problemas psicosociales

Algunas personas con fisuras orofaciales pueden sentirse acomplejadas y desarrollar problemas emocionales y sociales.

4. Diagnóstico de labio leporino y paladar hendido

La ecografía prenatal puede diagnosticar la mayoría de las fisuras del labio. Sin embargo, el paladar hendido aislado se detecta en menos del 10% de los casos. En estos casos y con el objetivo de descartar un síndrome genético, se puede realizar una amniocentesis.

En caso de no ser detectado durante el embarazo, el examen rutinario al bebé después del nacimiento permite su diagnóstico. A veces, el paladar hendido submucoso puede pasar desapercibido durante años.

Los médicos pueden utilizar pruebas de diagnóstico por imágenes, como ecografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, para determinar la extensión de la fisura y planificar el tratamiento. Por otro lado, al existir síndromes asociados a las fisuras orofaciales, se realizan pruebas genéticas para descartar estas afecciones.

5. Tratamientos para labio leporino y paladar hendido

El tratamiento tanto del labio leporino como de la fisura palatina depende de la gravedad de la fisura y de las necesidades individuales del paciente. Por lo general, el tratamiento se realiza en varias etapas y suele requerir la colaboración de varios especialistas, como cirujanos plásticos, ortodoncistas, otorrinolaringólogos y logopedas. En general, el objetivo principal del tratamiento es restaurar la función y la apariencia normales de la boca, la nariz y el paladar del paciente, y también prevenir o tratar problemas de habla y audición.

A continuación, se detallan algunas de las etapas que pueden darse en el tratamiento del labio leporino:

bebe con labio leporino y paladar hendido

5.1. Técnicas prequirúrgicas (si es necesario)

Varias técnicas permiten cambiar la forma de labios, nariz y la boca del bebé mejorando los resultados de las reparaciones del labio y del paladar.

  • El vendaje labial puede reducir la abertura en el labio hendido del bebé.
  • El elevador nasal ayuda a mejorar la forma correcta de la nariz del bebé.
  • El moldeado nasoalveolar ayuda a moldear el tejido labial favoreciendo la reducción del tamaño de la abertura cuando es muy ancha.

5.2. Reparación de labio hendido o queiloplastia (3 a 6 meses)

El cirujano plástico cerrará la fisura en el labio del bebé para ayudar a mejorar la apariencia y la función de la boca. La cicatriz se irá atenuando con la edad.

5.3. Tratamiento auditivo (a partir de los 6 meses)

El bebé puede necesitar la colocación de tubos de ventilación en el tímpano para conseguir un drenaje adecuado del oído. Asimismo, en caso de pérdida auditiva o hipoacusia puede ser recomendable la utilización de prótesis auditivas.

5.4. Reparación de paladar hendido o palatoplastia (9 a 18 meses)

El objetivo es cerrar la hendidura entre boca y nariz para conseguir un paladar funcional que permita realizar sus funciones: succión, deglución, drenaje del oído, habla correcta.

5.5. Tratamiento logopédico (a partir de 3 años, si es necesario)

5.6. Expansión palatina (5 a 7 años, si es necesario)

La mayoría de los niños con paladar hendido necesitarán expansión palatina.

5.7. Injerto óseo alveolar (6 a 12 años, si es necesario)

Realizar un injerto de un hueso procedente de otra parte del cuerpo para reparar la fisura que involucra la encía y asegurar, de este modo, el sostenimiento de los dientes definitivos y la estabilización del maxilar superior.

5.8. Rinoplastia de punta nasal (6 a 9 años, si es necesario)

Corrección de problemas como asimetría o desviación de la nariz para mejorar su apariencia.

5.9. Ortodoncia (a partir de 8 años, si es necesario)

Tras la erupción de los dientes permanentes, un ortodoncista puede alinear los dientes con aparatos ortopédicos. Asimismo, pude ser necesaria la cirugía dental restaurativa, como implantes o carillas, para mejorar la apariencia de los dientes faltantes o deformes.

5.10. Cirugía ortognática u osteotomía mandibular (14 a 18 años, si es necesario)

Alineación de los maxilares para mejorar la oclusión dental y mejorar la apariencia.

Los diferentes tratamientos permiten a los niños poder tener una vida normal, aunque, en ocasiones, algunas personas pueden sentirse acomplejadas por las cicatrices. En estos casos, pueden optar por someterse a más cirugías para mejorar la apariencia e iniciar tratamiento psicológico si fuera necesario.

6. Referencias bibliográficas

  1. Echeverri, G. L., Álvarez, L. A., & Estrada, J. G. (2018). Labio y paladar hendido: revisión de la literatura. Revista de Investigación en Logopedia, 8(1), 3-17.
  2. Fernández, J. M. G., & Nieto, M. M. (2017). Labio leporino y paladar hendido: consideraciones y abordajes terapéuticos en el ámbito logopédico. Revista de Logopedia, Foniatría y Audiología, 37(1), 29-36.
  3. Ríos, G. L., & Ávila, O. C. (2016). Tratamiento logopédico del paciente con fisura labiopalatina: revisión bibliográfica. Revista de Investigación en Logopedia, 6(2), 48-63.

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Jennifer Mateos

Soy Jennifer Mateos, Logopeda con más de 10 años de experiencia. Estoy Graduada en Logopedia por la Universidad de Salamanca y estoy colegiada en el Colegio de Logopedas del País Vasco (nº de colegiada: 480550). Actualmente, trabajo como Logopeda en mi propio despacho que está ubicado en el centro de Bilbao.