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Uso del chupete: Opinión de una logopeda

niña uso del chupete

Los chupetes existen desde hace más de mil años y aún tienen un uso muy extendido en nuestros días porque permite calmar y cesar el lloro del bebé o facilitarle el sueño. Sin embargo, las investigaciones también asocian el uso del chupete con algunos inconvenientes, por lo que su uso se ha convertido en un asunto controvertido. En este artículo, podrás conocer todo lo relacionado con el uso del chupete para que tengas la información necesaria y te ayude a tomar una decisión argumentada sobre qué es lo mejor para tu hijo.

La succión del pulgar, de los dedos y de otros objetos es un comportamiento normal que es muy intenso en los primeros meses y suele alargarse hasta el primer año de vida. La succión, además de ser necesaria para la alimentación, contribuye a adquirir un tono muscular óptimo de la lengua, labios y mejillas. Esto ayuda a que el niño desarrolle la articulación del habla de forma adecuada.

1. Beneficios del uso del chupete

  • La succión del chupete ofrece calma y alivio al bebé en momentos de dolor, incomodidad o angustia.
  • Facilita que el bebé concilie el sueño.
  • Proporciona distracción en momentos estresantes o desagradables.
  • Reduce el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante.
  • Alivia las molestias de presión sobre el oído durante los vuelos.
  • En bebés prematuros, disminuye la estancia hospitalaria, mejora la digestión para bebés con alimentación por sonda nasogástrica y facilita el paso de la alimentación por sonda a la alimentación con biberón.
  • El chupete puede ser una buena alternativa a chuparse el pulgar. Los padres tienen más control sobre el chupete y es un hábito más fácil de extinguir.
  • Estimula y favorece el desarrollo del reflejo de succión nutritiva si el bebé no lo tiene adquirido o se encuentra poco desarrollado.
  • Alguna investigación relaciona el uso del chupete con menor riesgo de sobrepeso y la obesidad en la adolescencia.

2. Inconvenientes del uso del chupete

  • El uso del chupete puede generar cierta dependencia en el niño y provocar que sea difícil de retirar a la edad recomendada.
  • El uso prolongado del chupete más allá de los dos años puede provocar maloclusiones dentales, retracción de encías, dientes torcidos, protrusión y cambios en la forma del paladar, sobre todo, si se continúa con el chupete después de los cuatro años. Asimismo, los expertos recomiendan limitar el uso del chupete a un máximo de 6 horas por día.
  • Tener un objeto en la boca continuamente y de forma prolongada no ayuda a que la lengua se posicione en los distintos puntos de articulación para un habla correcta. Sin embargo, no hay evidencia de que el uso del chupete produzca retrasos del habla.
  • El chupete no se recomienda para bebés que sufran cólicos, ya que el chupete provoca que se trague más cantidad de aire y se pueda acumular en el intestino.
  • Posibilidad de aparición de un afta de Bednar o afta pterigoide debido a una succión vigorosa del chupete. 
  • Destete temprano: algunas investigaciones sugieren que el chupete puede interrumpir la lactancia debido a que la succión del chupete es diferente a amamantar y más fácil, por lo que el niño puede tener preferencia por el chupete. En cambio, otros estudios desmienten que sea la principal causa de finalización de la lactancia. En este sentido, para evitar posibles dificultades se recomienda no introducir el chupete hasta que el bebé haya adquirida una rutina de lactancia, aproximadamente entre las 4-6 semanas. Los bebés alimentados con biberón pueden hacer uso del chupete desde el primer día, así como los bebés prematuros, ya que ayuda a éstos últimos a desarrollar los reflejos de succión y deglución. Infecciones recurrentes de oído: existen dos teorías que explican cómo el uso del chupete conlleva mayor riesgo de otitis media aguda. Una de ellas, son los cambios de presión en la trompa de Eustaquio que aumenta la acumulación de líquido en los oídos. La otra teoría, señala que la succión provoca reflujo de secreciones nasofaríngeas hacia el oído. Esta presencia de líquidos, puede propiciar infecciones de oído en niños entre 6-12 meses. El riesgo aumenta con el uso frecuente y prologado del chupete. Posible reacción alérgica al látex de la tetina del chupete.
  • Mayor frecuencia del uso del chupete en niños que roncan, aunque no hay estudios concluyentes.
  • Algunas investigaciones concluyen que el uso del chupete se relaciona con el consumo de tabaco. Algunas investigaciones apuntan que el uso del chupete favorece el tabaquismo.
  • Microbios: el chupete puede contener microbios como cándida y estafilococos. Sin embargo, no se ha probado la relación directa de estos microbios con la aparición de infecciones.

3. Recomendaciones en el uso del chupete

  • Algunos bebés no tienen interés en el chupete, no presiones para que lo utilice.
  • Se recomienda un chupete de una sola pieza para evitar que ambas piezas se separen y pueda ocurrir un accidente de asfixia. Además, evita chupetes sin orificios de ventilación.
  • El escudo del chupete debe ser rígido o semirrígido y ser más grande que la boca del niño (mínimo 43 mm). De este modo, disminuye el riesgo de aspiración y evitamos daños en la zona de la boca y de la nariz por posibles impactos.
  • Utiliza el chupete recomendado para la edad de tu hijo.
  • Elige diferentes formas de chupete para saber cuál es el que prefiere tu hijo.
  • Antes del primer uso, esteriliza el chupete hirviéndolo durante 5 minutos o utilizando un líquido esterilizador. Diariamente, esterilice el chupete hasta los 6-9 meses, a partir de esa edad el sistema inmunológico comienza a estar más desarrollado y se puede optar por lavar los chupetes con agua caliente y jabón y solo esterilizar de manera ocasional.
  •  En la cuna, no cuelgues el chupete del pecho del bebé con una cinta superior a 15 centímetros de longitud. El bebé podría sufrir estrangulamiento. Estas sujeciones se pueden usar cuando el bebé está despierto y bajo vigilancia.
  • Revisa el chupete regularmente, reemplaza el chupete cuando la tetina comienza a verse desgastada. Si la tetina se debilita y se rompe, tu bebé podría tragarse un trozo.
  • El chupete no debe ser siempre la primera opción para calmar al bebé. Hay que asegurarse de que el bebé no tiene hambre y que el pañal no está manchado antes de ofrecerle el chupete. Es importante tener en cuenta que el llanto es el único modo de comunicación que tiene el bebé y se podría pasar por alto síntomas relevantes.

4. Retirada del chupete

A partir de los 12-18 meses, el bebé ya ha adquirido las principales utilidades que ofrecen los chupetes como el tono muscular adecuado, mayor regulación emocional y menor frecuencia del síndrome de muerte súbita del lactante. Por este motivo, los padres deben ir limitando cada vez más el tiempo que el niño usa el chupete y, simultáneamente, enseñarle herramientas y recursos para conseguir tranquilidad o recuperar la calma en momentos o situaciones difíciles. En función de la edad, se puede recurrir a música, cantar, mecer, masajes, objetos o juguetes por los que el niño siente afecto, relajaciones o cuentos específicos para facilitar la retirada del chupete.  Lo ideal es que el niño no utilice chupete en su segundo cumpleaños.

5. Conclusiones

Desde mi punto de vista, el uso del chupete ofrece ventajas de gran peso como la reducción del riesgo de muerte súbita del lactante y el desarrollo de un tono muscular óptimo de la musculatura orofacial que considero suficientes para apostar por el uso del chupete. Las principales desventajas son mínimas si se siguen las normas de seguridad del chupete y las recomendaciones en cuanto a su uso como introducción del chupete, limitaciones horarias y la retirada del chupete en torno a los dos años. En el caso de infecciones recurrentes de oído, a modo preventivo, se puede retirar el chupete entre los 6-10 meses.

Si te ha gustado este post, comparto contigo otros dos posts que quizás te interesen: Retraso madurativo en niños: Diagnóstico, síntomas y tratamiento y Trastornos del neurodesarrollo: Qué son, tipos, causas y tratamiento.

6. Referencias Bibliográficas

  1. Bartulli, M., Cabrera, P. J. y Periñán, M.C. (2006). Guía de intervención logopédica. Terapia miofuncional. Madrid: Síntesis.
  2. Ustrell, J.P. (2015). Diagnóstico y tratamiento en ortodoncia. Madrid: Elsevier.
  3. Zambrana, N. y Puyuelo, M. (2017). Terapia miofuncional orofacial. Actualización y nuevos campos de actuación. Madrid: EOS.

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Jennifer Mateos

Soy Jennifer Mateos, Logopeda con más de 10 años de experiencia. Estoy Graduada en Logopedia por la Universidad de Salamanca y estoy colegiada en el Colegio de Logopedas del País Vasco (nº de colegiada: 480550). Actualmente, trabajo como Logopeda en mi propio despacho que está ubicado en el centro de Bilbao.