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Trastornos del neurodesarrollo: Qué son, tipos, causas y tratamiento

niño con trastornos del neurodesarrollo

La gestación es un proceso en el que el feto tiene que alcanzar su formación completa antes del parto. En 9 meses todos los órganos han de formarse y desarrollarse, pero ¿Qué ocurre si durante este período hay alguna anomalía en el sistema nervioso? o ¿Qué ocurre si se produce una anomalía durante la niñez cuando el sistema nervioso está en plena maduración? ¡Hoy hablamos sobre los trastornos del neurodesarrollo para dar respuesta a estas preguntas y muchas más!

En este artículo vas a entender qué son los llamados trastornos del neurodesarrollo, qué los causa y cuáles son. Además, conocerás las particularidades de su diagnóstico y tratamiento.

1. ¿Qué son los trastornos del neurodesarrollo?

Los trastornos del neurodesarrollo son una diversidad de trastornos caracterizados por una alteración en el desarrollo o en la maduración del sistema nervioso. El inicio comienza en el período de desarrollo, es decir, en el período prenatal, en la infancia o en la adolescencia y provoca que el niño no alcance el desarrollo evolutivo esperado para su edad.

Estos trastornos pueden afectar la atención, percepción, lenguaje y habla, comunicación, habilidades motoras, comportamiento, memoria, aprendizaje, resolución de problemas u otras funciones neurológicas. Además, existe con frecuencia comorbilidad o presencia de otros trastornos asociados. 

Los síntomas de los trastornos del neurodesarrollo son muy diversos debido a los diferentes tipos de trastornos que se agrupan bajo la denominación de trastornos del desarrollo. Esta variedad provoca que haya personas afectadas cuyos síntomas condicionan fuertemente su calidad de vida y autonomía y, sin embargo, otras personas presenten síntomas menos incapacitantes y leves. Muchos de los síntomas pueden mejorar a medida que el niño crece, pero otros son permanentes a lo largo de su vida.

La aparición temprana hace que este tipo de trastornos afecte tanto a la persona diagnosticada, como a la familia del mismo. Las estadísticas indican que los niños tienen mayor riesgo de presentar trastornos del desarrollo en comparación con las niñas. Asimismo, se estima que estos trastornos pueden afectar a más del 10% de la población infantil

2. ¿Qué causa los trastornos del neurodesarrollo?

Actualmente se desconoce la etiología de muchos trastornos del neurodesarrollo. El consenso de la comunidad científica atribuye el origen de estos trastornos a una combinación de factores genéticos y ambientales. Estos factores se pueden clasificar de la siguiente manera:

  • Genéticos: alteraciones metabólicas y mutaciones genéticas.
  • Prenatales: deficiencias nutricionales, infecciones maternas, abuso de sustancias tóxicas como drogas y exposición a contaminantes ambientales.
  • Perinatales: complicaciones durante el parto como hipoxia o falta de oxígeno, bajo peso al nacer, nacimiento prematuro.
  • Posnatales: infecciones como meningitis, exposición a sustancias tóxicas ambientales, lesión cerebral adquirida, traumas psicológicos y privación social severa, entre otros.

3. ¿Qué tipos de trastornos del neurodesarrollo existen?

El manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) incluye en la categoría de trastornos del neurodesarrollo, los siguientes trastornos: discapacidad intelectual, trastornos de la comunicación, trastorno por déficit de atención/hiperactividad, trastorno específico de aprendizaje, trastornos motores y otros trastornos del neurodesarrollo.

3.1. Discapacidad intelectual

Para poder hacer el diagnostico de discapacidad intelectual el inicio debe ser en el período de desarrollo. Es importante señalar que este criterio debe estar presente en todos los trastornos del neurodesarrollo. Es decir, es un criterio que se ha de cumplir para diagnosticar cualquier trastorno del desarrollo. Además, de este criterio, en el caso de la discapacidad intelectual se tienen que cumplir los siguientes dos criterios:

  • Déficits de las capacidades mentales generales que comprenden la planificación, razonamiento, resolución de problemas, pensamiento abstracto y juicio; aprendizaje académico y aprendizaje a partir de la experiencia.
  • Déficits del comportamiento adaptativo que producen que la persona no pueda conseguir una independencia personal y responsabilidad social en, al menos, un aspecto de la vida cotidiana. Por ejemplo, a nivel académico, participación social o independencia en la vivienda, entre otras áreas.

El DSM-5 propone tres posibles diagnósticos:

  • Discapacidad intelectual (leve, moderada, grave o profunda)
  • Retraso global del desarrollo: se aplica cuando no es posible llevar a cabo una valoración de la gravedad del trastorno en menores de cinco años.
  • Discapacidad intelectual no especificada: se diagnostica en personas mayores de 5 años cuando la valoración del grado de discapacidad intelectual es difícil o imposible.

3.2. Trastornos de la comunicación

Los trastornos de la comunicación engloban los siguientes trastornos: trastorno del lenguaje, trastorno fonológico, trastorno de fluidez de inicio en la infancia o tartamudeo, trastorno de la comunicación social (pragmático), trastorno de comunicación no especificado y, por último, trastorno del espectro autista.

 3.2.1. Trastorno del lenguaje

En el trastorno del lenguaje se observan los siguientes síntomas:

  • Dificultades persistentes en la adquisición y uso del lenguaje (hablado, escrito o signado) debido a deficiencias en la comprensión o producción. Por ejemplo, vocabulario reducido, estructura gramatical limitada y deterioro del discurso.
  • Las capacidades del lenguaje se encuentran significativamente por debajo de lo esperable para su edad, lo que produce limitaciones en el colegio, en la comunicación y en la participación social.
  • Las dificultades no se producen por déficits sensoriales, ni motores ni intelectuales o por afección médica.

3.2.2. Trastorno fonológico

El trastorno fonológico está caracterizado por las siguientes manifestaciones:

  • Dificultad persistente en la producción fonológica que interfiere con la inteligibilidad del habla o impide la comunicación verbal.
  • Limitaciones en la comunicación eficaz que interfieren en el desempeño del colegio, en la participación social e individual, laboral o cualquier combinación de ellas.

3.2.3. Trastorno de fluidez de inicio en la infancia o tartamudeo

Los niños que padecen este trastorno presentan alteraciones de la fluidez y la producción motora del habla como prolongación y repetición de sonidos o sílabas, bloqueos, circunloquios, palabras fraccionadas y tensión física asociada a la producción oral. Estas alteraciones causan ansiedad o limitan la comunicación afectando a diferentes áreas de la vida de la persona. El problema ocurre sin déficits motores o sensitivos, daño neurológico; otra afección médica o trastorno mental.

3.2.4. Trastorno de la comunicación social (pragmático)

Trastorno caracterizado por dificultades persistentes en el uso social de la comunicación verbal y no verbal. Se manifiesta con los siguientes síntomas:

  • Deficiencias a la hora de saludar y compartir información de forma apropiada al contexto social.
  • Deterioro de la capacidad para cambiar y adaptar la comunicación al contexto.
  • Dificultades para seguir las normas de conversación y narración.
  • Dificultades para comprender la información no explícita o significados no literales.

Como en los anteriores trastornos, la causa no se explica por otras afecciones médicas.

3.2.5. Trastorno de comunicación no especificado

Se aplica a casos en los que no se cumplen todos los criterios o no hay suficiente información para realizar un diagnóstico más específico.

3.2.6. Trastorno del espectro autista

Se caracteriza por dificultades en la comunicación social e interacción social.

  • Fracaso en la conversación, anomalías del contacto visual y del lenguaje corporal, ausencia de gestos y de expresión facial o de interés por otras personas.
  • Comportamientos, intereses y actividades inusualmente restringidos y repetitivos. Por ejemplo, alineación de juguetes, habla estereotipada, ecolalia, rigidez mental; intereses anormales y de excesiva intensidad.
  • Hiper o hiporreactividad a estímulos sensoriales

Todos estos síntomas causan un deterioro significativo en áreas importantes, como la social y escolar.

3.3. Trastorno por déficit de atención/hiperactividad

Se caracteriza por dificultades de inatención, desorganización y/o hiperactividad-impulsividad.

  • La inatención se manifiesta con dificultades en la incapacidad de seguir tareas, pérdida de objetos, errores, olvidos, facilidad de distracción antes estímulos externos, mala gestión del tiempo y la apariencia de no escucha que son inadecuados a su nivel de desarrollo o edad.
  • La hiperactividad-impulsividad hace referencia a la dificultad de permanecer sentado o de esperar, a la realización de movimientos de inquietud, a la actividad y habla excesiva e interrupción o intromisión en las actividades de otras personas.

Algunos de estos síntomas deben estar presentes en dos o más contextos y deben interferir en el funcionamiento social, académico o laboral o reducir la calidad de estos. Por otro lado, los síntomas no pueden explicarse mejor por otras condiciones médicas.

El DSM-V recoge tres posibles diagnósticos:

  • Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (presentación combinada, presentación predominante con falta de atención y presentación predominante hiperactiva/impulsiva)
  • Otro trastorno por déficit de atención con hiperactividad especificado. Esta categoría registra el motivo de que no se cumplen todos los criterios a pesar de tener los síntomas característicos del trastorno.
  • Trastorno por déficit de atención con hiperactividad no especificado

3.4. Trastorno específico de aprendizaje

Diagnosticado cuando se presentan dificultades que impiden aprendizaje de las aptitudes académicas básicas de lectura, escritura y matemáticas. Entre los síntomas se encuentran:

  • Dificultad para comprender el significado de lo que lee.
  • Lectura imprecisa, lenta o con esfuerzo.
  • Dificultades ortográficas y de la expresión escrita.
  • Dificultades con el razonamiento matemático y el cálculo.

El rendimiento en estas áreas está por debajo de la media de su edad o se alcanzan los niveles aceptables de rendimiento solamente con un esfuerzo extraordinario. La capacidad intelectual se encuentra dentro de la normalidad. Existen tres subtipos:

  • Dislexia o con dificultades en la lectura o
  • Disgrafía o con dificultad en la expresión escrita
  • Discalculia o con dificultad matemática

3.5. Trastornos motores

En la categoría diagnóstica de trastornos motores se incluyen los siguientes trastornos:

3.5.1. Trastornos del desarrollo de la coordinación

Se caracteriza por déficits en la adquisición y ejecución de las habilidades motoras coordinadas. Se manifiesta con lentitud y torpeza o inexactitud en la realización de las habilidades motoras que interfieren con las actividades de la vida cotidiana.

3.5.2. Trastorno de movimientos estereotipados

Comportamientos motores repetitivos, aparentemente guiados y sin objetivo, tales como mecer el cuerpo, agitar las manos, morderse o golpearse. Estos movimientos interfieren con las actividades sociales, académicas u otras.

3.5.3. Trastornos de tics

Estos trastornos se caracterizan por que la persona tiene tics motores o vocales, que son movimientos o vocalizaciones súbitos, rápidos, recurrentes, no rítmicos y estereotipados.

  • Trastorno de la Tourette: se diagnostica cuando la persona tiene múltiples tics (motores y vocales), que han estado presentes durante al menos 1 año y que tienen un curso sintomático fluctuante.
  • Trastorno de tics motores o vocales persistente: en este trastorno no concurren simultáneamente los tics motores y los tics vocales.
  • Trastorno de tics transitorio: no se cumplen los criterios de los trastornos anteriores.
  • Otro trastorno de tics especificado
  • Trastorno de tics no especificado

3.6. Otros trastornos del neurodesarrollo

  • Otros trastornos del neurodesarrollo especificado: Esta categoría se usa en aquellos casos en los que no cumplen todos los criterios de los trastornos del neurodesarrollo como puede ser un trastorno del neurodesarrollo asociado a exposición intrauterina de alcohol.
  • Trastorno del neurodesarrollo no especificado

4. ¿Cómo se realiza el diagnóstico de los trastornos del neurodesarrollo?

En el caso de que tu hijo presente algunos de los síntomas característicos de los diferentes trastornos del neurodesarrollo, se debe acudir al pediatra para que, si lo considera oportuno, realice una derivación al especialista más adecuado. La detección precoz, que permita una intervención temprana adecuada, es fundamental para conseguir el mayor potencial posible de cada niño.

El diagnóstico comienza con una entrevista a los padres o tutores legales del niño para recabar información clínica y conocer las dificultades del niño y la forma de actuación de sus cuidadores. Posteriormente, se realiza una evaluación del desarrollo para comprobar si el nivel evolutivo del niño es el adecuado para su edad o, por el contrario, presenta algún retraso en el desarrollo. Del mismo modo, se realiza un examen neurológico. Esta evaluación se puede complementar con otras pruebas dependiendo del cada caso. Por ejemplo, un test genético, pruebas auditivas, visuales, etc.

5. ¿Cómo es el tratamiento de los trastornos del neurodesarrollo?

La intervención de los trastornos del neurodesarrollo se elabora en función del tipo de trastorno y de los síntomas predominantes de la persona en particular. Hay que tener en cuenta que algunos trastornos son crónicos, pero otros pueden superarse a través de las diferentes estrategias de intervención. Algunas de ellas pueden incluir asesoramiento familiar, tratamiento logopédico, psicológico, sesiones de fisioterapia y la intervención de otros profesionales. El objetivo general será ayudar a estimular el neurodesarrollo y reducir las dificultades que el niño presente. En ocasiones, el tratamiento requerirá de farmacología para controlar, disminuir o eliminar algunos síntomas.

Es importante que los objetivos planteados en el tratamiento se logren en coordinación con todos los profesionales implicados, la familia y el colegio. En los casos que resulta necesaria, la adaptación curricular y el apoyo escolar facilitarán la conciliación académica.

6. Referencias bibliográficas

  1. American Psychiatric Association. (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5. Madrid: Editorial Médica Panamericana.
  2. Artigas-Pallarés, J. y Narbona, J. (2011). Trastornos del neurodesarrollo. Barcelona: Viguera editores.
  3. López, M.D. y Polo, M.T. (2015). Trastornos del desarrollo infantil. Madrid: Pirámide.
  4. Yañez, M.G. (2016). Neuropsicología de los trastornos del desarrollo. Ciudad de México: Manual Moderno.

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Jennifer Mateos

Soy Jennifer Mateos, Logopeda con más de 10 años de experiencia. Estoy Graduada en Logopedia por la Universidad de Salamanca y estoy colegiada en el Colegio de Logopedas del País Vasco (nº de colegiada: 480550). Actualmente, trabajo como Logopeda en mi propio despacho que está ubicado en el centro de Bilbao.