Saltar al contenido

Dislalia: qué es, síntomas, tipos, causas y tratamiento

dislalia

¿Alguna vez has interactuado con un niño y no has comprendido casi nada de lo que te decía? ¿Tu hijo de 7 años sigue teniendo dificultades para pronunciar algunos sonidos? En este artículo conocerás en profundidad el término dislalia, actualmente denominado trastorno fonológico o Trastorno de los Sonidos del Habla (TSH).

1. ¿Qué es la dislalia?

La dislalia es un trastorno del habla común entre los niños en edad preescolar que se caracteriza por la dificultad o incapacidad de distinguir los sonidos y, por tanto, de articular o pronunciar correctamente uno o más fonemas (sonidos).

Cuantos más sonidos se vean afectados, la comprensión de lo que el niño habla se torna complicada, pudiendo ser prácticamente ininteligible. Actualmente, el término de dislalia es reemplazado por trastorno fonológico o Trastorno de los Sonidos del Habla (TSH).

La mayoría de las veces, esta dificultad afecta a niños de entre 4 y 8 años. Pero en algunos casos, sin el tratamiento adecuado, pueden padecerla hasta la edad adulta. Las causas no se deben a ninguna malformación anatómica en la zona bucal, lesión cerebral o defectos auditivos.

El niño cuando comienza a hablar encara un proceso de identificar los sonidos y reproducirlos de la manera más precisa posible. La duración de este proceso es diferente para cada niño.

En las primeras etapas es normal la confusión de algunos sonidos y la facilidad del niño por un habla cómoda con poca precisión articulatoria. A los dos años es habitual que el habla solo sea comprensible al 50%.

La detección temprana y el tratamiento logopédico es fundamental para que este trastorno no provoque dificultades en su estado emocional ni en el aprendizaje lectoescritor del niño. Generalmente, el niño reproduce en la lectura y la escritura los errores que comete al hablar. 

2. ¿Cuáles son los síntomas de la dislalia?

Los síntomas de la dislalia pueden ser variados. Entre ellos, destacan:

  • Dificultad a la hora de articular palabras de manera inteligible.
  • Omisión de uno o más fonemas.
  • Distorsión de uno o más fonemas: el sonido producido por el niño es muy parecido, pero no es exactamente el correcto.
  • Dificultad para distinguir auditivamente unos fonemas de otros.
  • Sustitución de unos sonidos por otros: los sonidos por lo que se sustituye son sonidos muy parecidos o en ambos sonidos el punto articulatorio es el mismo o muy próximo.
  • Adición de un sonido en la palabra (epéntesis): se produce, sobre todo, en posición inversa (vocal + consonante) o en trabadas (consonante + consonante + vocal).
  • Inversión: cambiar el orden de los sonidos en la palabra.

A los cinco años, generalmente, los niños han alcanzado la madurez articulatoria y pueden pronunciar de forma óptima todos los fonemas. El sonido r, en ocasiones, puede conllevar más tiempo.

Si a los 3 años tu hijo no es comprendido por personas ajenas al círculo que más contacto tiene con él (familia nuclear, profesores…) es importante que acuda al logopeda para realizar una valoración. Asimismo, si a los 4 años sigue produciendo muchos errores en su habla también resulta conveniente, así como si a los 5 años no consigue pronunciar la r.

3. Tipos de dislalia

Podemos hacer distintas clasificaciones de la dislalia. Por un lado, podemos dividir los tipos de dislalia según el sonido que el niño no puede articular correctamente. Por otro lado, podemos clasificar los tipos de dislalia según sus síntomas. Finalmente, podemos clasificar la dislalia según su etiología o causa.

3.1. Tipos de dislalia según la dificultad de articulación

  • Betacismo: incapacidad o dificultad de articular el sonido b.
  • Deltacismo: incapacidad o dificultad de articular el sonido d.
  • Gammacismo: incapacidad o dificultad de articular el sonido g.
  • Kappacismo: incapacidad o dificultad de articular el sonido k.
  • Mitacismo: incapacidad o dificultad de articular el sonido m.
  • Rotacismo: incapacidad o dificultad de articular el sonido r en todas sus variantes.
  • Sigmatismo: incapacidad o dificultad de articular el sonido s.
  • Jotacismo: incapacidad o dificultad de articular el sonido j.
  • Lambdacismo: incapacidad o dificultad de articular el sonido l.
  • Ficismo: incapacidad o dificultad de articular el sonido f.
  • Chuitismo: incapacidad o dificultad de articular el sonido ch.
  • Tetacismo: incapacidad o dificultad de articular el sonido t.
  • Yeísmo: incapacidad o dificultad de articular el sonido y.
  • Piscismo: incapacidad o dificultad de articular el sonido p.
  • Ñunación: incapacidad o dificultad de articular el sonido ñ.
  • Numación: incapacidad o dificultad de articular el sonido n.

3.2. Tipos de dislalia según los síntomas

  • Dislalia simple: Incapacidad o dificultad para articular un fonema específico.
  • Dislalia múltiple: Articulación incorrecta de más de dos fonemas.
  • Dislalia afín: Incapacidad o dificultad de articular los fonemas que comparten el mismo punto articulatorio.
  • Dislalia generalizada: Todos los fonemas se articulan de manera incorrecta, por lo que el lenguaje es ininteligible.

3.3. Tipos de dislalia en función de la etiología

  • Dislalia fisiológica o evolutiva: Producida por la inmadurez de las estructuras involucradas en el habla y dificultades en la discriminación auditiva. Este tipo de dislalia es muy común y la mayoría de los niños son capaces de superar este problema antes de cumplir 5 años.
  • Dislalia funcional: Ocurre a partir de los 5 años y las causas pueden ser variadas. Entre otras nos encontramos con el aprendizaje de diferentes idiomas, uso incorrecto de los órganos fonoarticulatorios sin lesión orgánica, aprendizaje por imitación de las dislalias de los padres o acento del lugar dónde vive. Los errores más frecuentes son las distorsiones del sonido r, las sustituciones del sonido r por el sonido d o l y las sustituciones del sonido s por el sonido z o viceversa.

4. Otros trastornos que pueden generar confusión con dislalia    

Existen otros trastornos que comparten síntomas con la dislalia, pero, cuya causa es la presencia de daño orgánico o físico. Algunas clasificaciones engloban los siguientes trastornos dentro de las dislalias orgánicas que corresponderían a la tercera categoría de la última clasificación presentada.

4.1. Disartria

Trastorno en el que los músculos que intervienen en el habla presentan debilidad o resulta difícil su control motor. Se origina, por lesiones en el sistema nervioso central. Se ha comprobado que algunos medicamentos pueden provocar disartria.

4.2. Dislalia audiógena

Causada por problemas de audición que impide a los pacientes captar e imitar adecuadamente los sonidos. Las personas que sufren este tipo de dislalia presentan alteraciones en articulación, pero, también en la voz y en el ritmo. Si los errores del habla superan a los que se asocian generalmente a una deficiencia auditiva se puede establecer un diagnóstico de trastorno fonológico.

4.3. Disglosia

Trastorno que tiene como causa malformaciones o lesión orgánica de los órganos articulatorios periféricos que participan en el habla (como, por ejemplo, los labios, lengua, paladar, faringe, maxilares y piezas dentales…).

5. ¿Cuáles son las causas de la dislalia?

La dislalia pude ser originada por diferentes causas. Las principales causas de la dislalia son:

  • Baja discriminación auditiva.
  • Mal uso de los músculos articulatorios que participan en el habla.
  • Bajo tono de los músculos articulatorios.
  • Inmadurez del desarrollo de los órganos articulatorios.
  • Aprendizaje del punto articulatorio incorrecto de algunos sonidos.
  • Poca estimulación del lenguaje.
  • Antecedentes familiares con problemas de habla.
  • Mala articulación de los padres o de los adultos más cercanos.
  • Bilingüismo o multilingüismo.
  • Factores psicológicos como una crianza sobreprotectora o traumas, entre otros.

6. Diagnóstico

La dislalia está recogida en el DSM-5 con el término trastorno fonológico. Este se diagnostica cuando la producción de los sonidos del habla no es la que se esperaría de un niño para su edad y etapa de desarrollo, y cuando las deficiencias no son el resultado de una alteración física, estructural, neurológica o auditiva. En los niños de 4 años con desarrollo normal, el habla general debería ser inteligible. Pero, al llegar a los 7 años, el niño debería producir la mayoría de los sonidos del habla y la emisión de palabras debería ser entenderse con claridad.

7. Prevención

La prevención de la dislalia radica en atenuar en la medida de lo posible los factores que pueden ser controlados. A continuación, se muestran algunos de ellos:

  • Crear un ambiente psicológico adecuado y favorable para el desarrollo del lenguaje con interacciones comunicativas variadas y ricas con el niño.
  • Corrección de los déficits articulatorios de los progenitores o personas que van a cuidar al niño.
  • Eliminación de hábitos orales inadecuados como uso prolongado de chupetes, biberones o succión digital que favorecen, entre otros aspectos, una tonicidad lingual baja.
  • Higiene nasal adecuada que evite la acumulación de mucosidad en el oído.
  • Corrección de las palabras mal pronunciadas por el niño ofreciendo el modelo correcto de pronunciación.

8. Tratamiento de la dislalia

El logopeda evaluará en cada caso los factores que pueden estar intercediendo en la incorrecta articulación de los sonidos. En función de estos y de los sonidos afectados, planificará el tratamiento personalizado. El objetivo es conseguir que el niño sea capaz de articular todos los fonemas correctamente cuando hable.

Un diagnóstico precoz y un tratamiento logopédico temprano son fundamentales para que el niño pueda adquirir cuanto antes un lenguaje adecuado que facilita el aprendizaje lectoescritor.

El tratamiento se realiza mediante juegos para fomentar la motivación del niño y generalmente incluyen los siguientes pasos:

  • Aprender a discriminar entre diferentes sonidos.
  • Eliminación de hábitos orales inadecuados como uso prolongado de chupetes, biberones o succión digital.
  • Aprendizaje del punto articulatorio correcto.
  • Ejercicios para fortalecer y/o mejorar la coordinación de los músculos involucrados en el proceso del habla.
  • Automatización del punto articulatorio correcto en sílabas, palabras y oraciones.
  • Generalización del sonido correcto en el lenguaje espontáneo de niño.

Para reforzar los dos o tres últimos puntos anteriores es importante el trabajo en casa con la colaboración de la familia.

El tratamiento de logopedia obtiene muy buenos resultados en la mayor parte de los niños con este trastorno. El trastorno fonológico tiene peor pronóstico cuando va acompañado de la existencia de un trastorno del lenguaje.

9. Referencias bibliográficas

  1. Asociación Americana de Psiquiatría. (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (5ª ed.). Madrid: Editorial Médica Panamericana.
  2. De las Heras, G. y Rodríguez, L. (2015). Guía de intervención logopédica en las dislalias. Madrid: Síntesis.
  3. Susanibar, F., Dioses, A., Marchesan, I., Guzmán, M., Leal, G., Guitar, B., Junqueira, A. (2016).Trastornos del habla. De los fundamentos a la evaluación.Madrid: EOS.
nv-author-image

Jennifer Mateos

Soy Jennifer Mateos, Logopeda con más de 10 años de experiencia. Estoy Graduada en Logopedia por la Universidad de Salamanca y estoy colegiada en el Colegio de Logopedas del País Vasco (nº de colegiada: 480550). Actualmente, trabajo como Logopeda en mi propio despacho que está ubicado en el centro de Bilbao.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.