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Aprende a diferenciar entre disfasia y afasia

diferenciar entre disfasia y afasia

¿Sabes diferenciar entre disfasia y afasia? Algunos pacientes no lo tienen claro, por ello, he decidido escribir este post en el que te cuento las diferencias entre ambos. Lo que si te puedo adelantar es que los dos trastornos dificultan la comunicación y pueden generar mucha frustración a la persona afectada, así como a su entorno. Para poder distinguirlos, veamos las características de cada uno de ellos.

 Los límites de mi lenguaje representan los límites de mi mundo.

Ludwing Wittgenstein

1. ¿Qué es la afasia?

La afasia es un trastorno adquirido del lenguaje, esto significa que ocurre después de que la persona haya adquirido el lenguaje. Está causado por una lesión cerebral en las áreas encargadas del lenguaje y puede afectar a todas las dimensiones del lenguaje: comprensión, expresión, lectura y escritura.

En España, alrededor de un tercio de las personas que sufren daño cerebral adquirido presentan afasia (Villodre y Morant, 2010).

Imagina que quieres hablar, pero no eres capaz de articular las palabras adecuadas; imagina que no entiendes lo que hablan otras personas o que tienes grandes dificultades para leer y escribir. Estas son sólo algunas de las dificultades que sufren las personas que tienen afasia. ¿Qué actividades que te gustan podrías seguir haciendo con estas limitaciones? ¿A qué se reduciría tu vida?

2. ¿Qué causa la afasia?

La afasia tiene lugar cuando una o varias áreas del cerebro responsables de la producción y comprensión del lenguaje están lesionadas. Este daño puede ser ocasionado por diferentes causas:

  • Infección cerebral
  • Trastorno craneoencefálico (TCE)
  • Tumor cerebral
  • Accidente cerebrovascular (ACV)
  • Cirugía cerebral
  • Enfermedades neurodegenerativas, como Alzheimer y Parkinson
  • Crisis convulsiva

3. ¿Qué tipos de afasia existen?

Los tipos de afasia se asocian con daño en un área determinada del cerebro. Sin embargo, en la práctica las distinciones no son tan claras, ya que, el lenguaje es una actividad compleja que engloba muchas áreas del cerebro. Aún así, la afasia se puede clasificar en dos grandes grupos: afasias no fluidas y afasias fluidas.

Infografía diferencias entre disfasia y afasia
Infografía diferencias entre disfasia y afasia

3.1. Afasias no fluidas

3.1.1. Afasia de Broca

La lesión se localiza en la llamada área de Broca. Las personas con este tipo de afasia presentan grandes dificultades para encontrar las palabras (anomia) y para articular sílabas. Además, la repetición es pobre y la longitud de frase corta con errores gramaticales. Asimismo, el habla no es fluida con presencia de parafasias fonéticas (sustitución u omisión de fonemas) y posee un tono monótono y sin inflexiones. 

3.1.2. Afasia motora transcortical

Este tipo de afasia presenta manifestaciones muy parecidas a la afasia de Broca, sin embargo, la repetición es buena y el esfuerzo articulatorio es menor.

3.1.3. Afasia global

La afasia global se produce por un daño generalizado y grave en las áreas del lenguaje del cerebro. Las personas con afasia global tienen extrema dificultad para expresar y comprender el lenguaje afectando también a la lectura, la escritura, repetición y denominación. A veces, se producen estereotipias con sílabas sin sentido o palabas reales.

3.1.4. Afasia no fluida mixta

Suele ocurrir al producirse una mejora en la afasia global. Sus características son una anomia grave y una comprensión auditiva pobre. Sin embargo, las manifestaciones son más leves que en la afasia global y en la afasia de Broca. El habla es imitada con esfuerzo articulatorio. Pueden existir estereotipias (sonidos, sílabas o palabras que la persona emite repetidamente cuando intenta hablar), parafasias fonémicas (sustituir un fonema por otro o una palabra por otra cuando se componen de fonemas parecidos) y perseveraciones (repeticiones de una palabra utilizada anteriormente).

3.2. Afasias fluidas

3.2.1. Afasia sensorial o de Wernicke

La afasia de Wernicke implica daño en la llamada área de Wernicke. Los síntomas principales son una importante anomia y una comprensión auditiva y repetición bastantes pobres. El lenguaje es fluido, con articulación y ritmo normal, sin embargo, su lenguaje no tiene sentido con palabras inventadas (neologismos) y parafasias fonológicas (omisión, adición, desplazamiento o sustitución de fonemas) y semánticas (reemplazamiento de una palabra por otra que guarda una relación semántica). En ocasiones, puede presentarse logorrea que es un habla excesiva y rápida.

3.2.2. Afasia sensorial transcortical

Comparte muchos síntomas con la afasia de Wernicke, pero, se diferencia de ella en que la repetición se encuentra preservada. Suelen presentarse más parafasias semánticas que fonológicas y también son habituales las perseveraciones.

3.2.3. Afasia de conducción

En esta afasia la comprensión auditiva es buena pero la repetición está más comprometida que el habla. Además de la anomia, también se producen parafasias fonémicas que las persona intenta corregir y circunloquios.

3.2.4. Afasia anómica

La afasia anómica es el tipo más leve de afasia. Las personas afectadas tienen dificultades para recordar los nombres de personas, objetos o lugares. La comprensión auditiva y la repetición se mantienen en buen estado. Suelen utilizar circunloquios y términos no específicos como “cosa” o “esto”. 

4. ¿Cómo se realiza el diagnóstico de afasia?

 La evaluación de la afasia requiere las siguientes valoraciones:

  • Historia neurológica
  • Examen neurológico en el que se evalúa la atención, memoria, lenguaje (lenguaje espontáneo, denominación, comprensión, repetición, lectura y escritura), funciones ejecutivas, capacidades visuoespaciales, manipulación de conocimientos adquiridos, pares craneales, sistema motor, reflejos, valoración de las sensaciones, praxias y canto en casos de producción oral muy limitada.
  • Técnicas de neuroimagen

La interpretación de los resultados de las pruebas debe hacerse teniendo en cuenta el nivel intelectual y educativo del paciente previo a la aparición de la afasia. Para realizar el diagnóstico se deben excluir los déficits visuales y auditivos, deterioro de la memoria, deterioro de la percepción (agnosia), deterioro del movimiento (apraxia) y la alteración del pensamiento como en demencia o esquizofrenia.

5. ¿Cuál es el pronóstico de la afasia?

Algunos pacientes que sufren afasia pueden recuperarse sin necesidad de tratamiento. No obstante, muchos de ellos necesitan intervención. Las afasias graves tendrán un grado de mejoría limitado y otros tipos de afasias, en cambio, pueden producir mejorías notables. Asimismo, es muy importante que el tratamiento se inicie a la mayor brevedad posible puesto que es un factor clave para un buen pronóstico. La mayoría de las personas afásicas recuperan mejor la compresión que la expresión del lenguaje. En el caso de los niños, el pronóstico será más favorable cuanta menor edad presente el niño en el momento de la lesión cerebral debido al fenómeno de la plasticidad cerebral.

6. ¿Cómo es el tratamiento de la afasia?

Uno de los profesionales que se encarga del tratamiento de la afasia es el logopeda. El objetivo principal del tratamiento logopédico es que la persona afectada recupere cuanto antes la mayor cantidad de lenguaje posible para conseguir que pueda comunicarse eficazmente. Para ello, se parte de las habilidades lingüísticas que mantiene el paciente y se trabajan las que le suponen una mayor dificultad. En las afasias de origen neurodegenerativo el tratamiento se basa en desarrollar nuevas formas de comunicación.

Existen múltiples programas para trabajar los diferentes déficits que puede acarrear la afasia. Algunas actividades incluidas en los programas son la discriminación de sonidos, el seguimiento de instrucciones, repeticiones de sílabas y palabras, aumento del vocabulario o ejercicios para organizar el campo semántico. Los ejercicios logopédicos se refuerzan en casa con el apoyo de la familia o del entorno cercano que, anteriormente, han aprendido cómo llevarlos a cabo en la consulta. Es relevante que la red social del paciente comprenda la nueva situación con sus particularidades y brinde su apoyo.

7. ¿Qué es la disfasia?

El término disfasia apenas se utiliza en la actualidad siendo sustituido, posteriormente, por el término trastorno específico del lenguaje (TEL). Actualmente, se conoce con el nombre de Trastorno del Lenguaje (TL) o Trastorno de los sonidos del Habla (TSH).

La disfasia tiene una prevalencia del 5-7% de la población (Conti-Ramsden, Simkin y Botting, 2006; Rice y Smolík, 2007) y es más acusada en niños que en niñas.

Es un trastorno de comunicación que se encuadra dentro del grupo denominado trastornos del neurodesarrollo, ya que, el inicio se produce durante la etapa del desarrollo. En este trastorno podemos apreciar dificultades en la adquisición y uso del lenguaje con déficits en la comprensión y en la producción. Es un trastorno con variabilidad de síntomas en el que uno o más componentes del lenguaje (fonología, semántica, morfología, sintaxis y pragmática) están afectados. Como consecuencia de padecer este trastorno, la persona ve limitada su capacidad comunicativa con dificultades también en el proceso lecto-escritor. Estos problemas suelen originar, a su vez, un impacto negativo en el desempeño escolar y en la autoestima. Las dificultades de este trastorno, generalmente, persisten en la etapa adulta, aunque a lo largo del tiempo se producen cambios. Por este motivo, es importante iniciar una intervención temprana orientada a disminuir esas dificultades.

8. ¿Qué causa la disfasia?

En la actualidad no hay evidencias claras sobre la causa o los factores causantes que originan el trastorno. A pesar de ello, se suele asociar con alteraciones en el desarrollo neuronal y una etiología genética, ya que muchos de los niños con disfasia tienen algún familiar con el mismo trastorno. Algunos posibles factores son:

  • Factores genéticos
  • Lesión cerebral
  • Falta de oxígeno en el parto o hipoxia
  • Traumatismos craneoencefálicos
  • Infecciones del sistema nervioso central (por ejemplo, meningitis o encefalitis)
  • Privación socia-afectiva

9. ¿Qué síntomas produce la disfasia?

La disfasia o trastorno específico del lenguaje presenta habitualmente los siguientes síntomas:

  • Inicio del lenguaje tardío
  • Poca intención comunicativa
  • Dificultades para encontrar las palabras adecuadas
  • Dificultad para recordar series de datos verbales, nuevas palabras y frases
  • Las oraciones presentan errores gramaticales y ausencia de elementos de nexo
  • Definiciones pobres
  • Dificultad en el uso de pronombres
  • Dificultad en la conjugación de los verbos con tendencia a utilizar el infinitivo
  • Tendencia a hablar en presente obviando las formas verbales pasadas
  • Frases cortas y simples con ausencia de oraciones subordinadas
  • Ininteligibilidad del habla superados los 3 años
  • Dificultades para seguir instrucciones
  • Problemas de comprensión de sinónimos, palabras con varios significados y juegos de palabras
  • Ecolalias (el niño repite palabras o frases como el eco)
  • Problemas en la interacción social
  • Niño con apariencia de distraído
  • Dificultad para narrar una historia
  • Dificultades en lectoescritura

Hay que tener en cuenta que la disfasia no es un retraso del lenguaje, es un trastorno persistente a lo largo de la vida que afecta a más dimensiones del lenguaje.

10. ¿Cómo se realiza el diagnóstico de disfasia?

El diagnóstico de disfasia es realizado por el logopeda y comprende los siguientes aspectos:

  • Descartar déficits sensoriales (como la audición y déficits orofaciales), discapacidad intelectual, trastorno generalizado del desarrollo y trastornos neurológicos.
  • Observación de la interacción social del niño en varios contextos.
  • Análisis del discurso narrativo.
  • Los tests estandarizados deben evaluar todos las dimensiones y componentes del lenguaje.

11. ¿Cuál es el pronóstico de la disfasia?

Los niños con predominancia de dificultades en el lenguaje receptivo tienen un peor pronóstico. La intervención logopédica temprana mejora el pronóstico.

12. ¿Cómo se lleva cabo el tratamiento de disfasia?

El tratamiento de la disfasia dependerá de la edad y de las características particulares del caso. La evaluación proporciona las dificultades específicas del niño y guía el plan de tratamiento. En ocasiones, además del logopeda, serán necesarios otros profesionales como el psicólogo.

La colaboración entre familia, profesionales y colegio es fundamental para que el pronóstico sea favorable. Entre los ejercicios empleados en la intervención logopédica se encuentran:

  • Estimulación del lenguaje mediante moldeamiento (refuerzo de toda intención comunicativa) y modelado (el adulto actúa de modelo para que el niño le imite, por ejemplo, nombrando objetos).
  • Asesoramiento a la familia sobre estimulación del lenguaje para que puedan colaborar desde casa siguiendo las estrategias que se emplean en las sesiones de logopedia.  
  • Enriquecimiento de las frases con mayor número elementos.
  • Ejercicios de memoria auditiva.
  • Uso de estructuras gramaticales correctas.
  • Ejercicios que facilitan la comprensión de instrucciones orales y escritas.
  • Ejercicios para facilitar y mejorar la lectura.
  • Implementación de un sistema alternativo de comunicación (SAAC) en el caso de que la comunicación oral se encuentre gravemente afectada.
  • Ejercicios fonológicos.
  • Escribir y contar relatos o cuentos.

13. ¿Cómo diferenciar entre afasia y disfasia?

Puede ser difícil diferenciar entre afasia y disfasia, ya que, tienen nombres similares y comparten síntomas como es el caso. Por eso, voy a resumir en dos las diferencias principales entre afasia y disfasia: la causa del trastorno y la adquisición del lenguaje.

  • La afasia es producida por una lesión física cerebral, sin embargo, la causa de la disfasia no está aún clara.
  • La persona afectada de afasia ya tiene una adquisición parcial o total previa del lenguaje cuando ocurrió el daño cerebral. La disfasia, en cambio, es un trastorno de la adquisición del lenguaje, cuyos síntomas se aprecian en ocasiones, antes de los 6 años.

14. Bibliografía

  1. González, P. y González, B. (2011). Afasia: de la teoría a la práctica. Ciudad de México: Panamericana.
  2. Mendoza, E. (2016). Trastorno específico del lenguaje (TEL). Avances en el estudio de un trastorno invisible. Madrid: Pirámide.
  3. Terradillos, E. y López-Higes, R. (2016). Guía de intervención logopédica en las afasias. Madrid: Síntesis.

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Jennifer Mateos

Soy Jennifer Mateos, Logopeda con más de 10 años de experiencia. Estoy Graduada en Logopedia por la Universidad de Salamanca y estoy colegiada en el Colegio de Logopedas del País Vasco (nº de colegiada: 480550). Actualmente, trabajo como Logopeda en mi propio despacho que está ubicado en el centro de Bilbao.