¿Cómo te sentirías si de repente pierdes la capacidad para hablar, leer, escribir o entender lo que los demás te dicen? ¿Cómo sería tu día a día? Seguro que puedes darte cuenta de las limitaciones para poder llevar a cabo la mayoría de las tareas que realizas diariamente. Y también puedes ser consciente de la relevancia del lenguaje hablado y escrito en nuestras vidas. Este es el desafío al que se enfrentan las personas que sufren afasia. Un trastorno que puede cambiarte la vida de manera repentina. En este artículo, conocerás, entre otros, los diferentes tipos de afasia, causas, diagnóstico y opciones de tratamiento disponibles.
1. ¿Qué es la afasia?
La afasia es un trastorno del lenguaje que puede afectar a la comunicación de las personas después de un accidente cerebrovascular, lesiones cerebrales, tumores o enfermedades degenerativas como el Alzheimer.
De acuerdo con la Sociedad Española de Neurología (SEN), se estima que son más de 350.000 las personas que padecen afasia en España.
Las personas que sufren de afasia pueden tener dificultades para hablar, comprender, leer y escribir. Esto puede acarrear un gran impacto en su vida cotidiana y en la de su entorno. Los síntomas pueden variar en gravedad, desde dificultades leves en la comunicación hasta la pérdida completa del lenguaje. Con el tratamiento adecuado, muchas personas pueden mejorar su capacidad de comunicación y llevar una vida plena y satisfactoria.
2. Tipos de afasia
Existen diferentes tipos de afasia, que se clasifican según los síntomas que presenta la persona y el área del cerebro que ha sido afectada.
2.1. Afasia de Broca
Conocida también como afasia motora o expresiva, se produce cuando se daña la región del cerebro (lóbulo frontal principalmente) responsable de la producción del habla. Las personas con afasia de Broca tienen dificultades para hablar, pero pueden entender el lenguaje hablado y escrito. A menudo hablan con un lenguaje telegráfico, utilizando palabras aisladas o frases cortas y su habla suele ser lenta y entrecortada. La lectura y escritura presenta alteraciones parecidas a las producidas en su lenguaje oral. La denominación también suele estar afectada.
2.2. Afasia de Wernicke
También conocida como afasia sensorial o receptiva, se produce cuando se daña la región del cerebro (área temporo-parietal) responsable de la comprensión del lenguaje hablado y escrito. Las personas con afasia de Wernicke pueden hablar con fluidez, pero sus palabras pueden ser confusas, incoherentes, carecer de sentido, estar fuera de contexto o ser inventadas. Esto puede provocar que el interlocutor tenga problemas para entender su lenguaje, ya que las personas con afasia de Wernicke, frecuentemente, no son conscientes de sus errores y no se autocorrigen.
2.3. Afasia global
La afasia global es la forma más grave de afasia. Se produce cuando se daña una gran área del cerebro que controla tanto la producción como la comprensión del lenguaje. Se caracteriza por una pérdida completa o casi completa del lenguaje hablado y escrito, así como por la dificultad para comprender el lenguaje. No hay repetición o es mínima.
2.4. Afasia de conducción
La afasia de conducción se produce cuando se daña la región del cerebro responsable de la conexión entre la comprensión y la producción del lenguaje. Las personas con afasia de conducción a menudo tienen dificultades para repetir lo que se les ha dicho, para leer y escribir y su discurso puede resultar difícil de entender. Por otro lado, pueden hablar con fluidez y entender el lenguaje hablado.
2.5. Afasia transcortical mixta
Las lesiones que producen este tipo de afasia suelen afectar las áreas frontales, temporales y parietales del hemisferio dominante. Esta afasia combina los síntomas de la afasia de Broca y la afasia de Wernicke. Se caracteriza por un habla no fluente, con alteración de la comprensión, de la capacidad de nombrar y de la lectoescritura. La repetición está relativamente conservada.
2.6. Afasia transcortical motora
El área dañada se encuentra en la región frontal del cerebro, específicamente en la corteza motora suplementaria y/o en el área de Broca. La persona con este tipo de afasia presenta un lenguaje no fluido, con relativamente buena repetición, aunque pueden ocurrir repeticiones involuntarias llamadas ecolalias. La lectura suele estar mejor conservada que la escritura.
2.7. Afasia transcortical sensorial
Ocurre cuando se produce lesión en zonas del lóbulo parietal y/o el lóbulo temporal. Los síntomas son parecidos a la afasia de Wernicke: habla fluida pero carente de significado con la capacidad de compresión muy comprometida y con dificultades en la recuperación de palabras y en la lectoescritura. La diferencia más importante respecto a la afasia de Wernicke es una repetición relativamente conservada.
2.8. Afasia anómica
La afasia anómica se produce cuando se daña el giro angular y el giro supramarginal ubicados en la región parietal. Las personas con afasia anómica a menudo tienen dificultades para recordar palabras específicas o encontrar la palabra correcta para describir algo, pero pueden hablar y comprender el lenguaje hablado. Su discurso es poco fluente con muchos parones en la búsqueda de palabras o rodeos para explicar la palabra. La lectura se encuentra preservada pero la escritura se haya afectada. Es el tipo de afasia más común.
3. Causas de afasia
Las causas de la afasia pueden variar, pero todas implican una lesión en el cerebro que afecta la capacidad de una persona para comunicarse efectivamente.
- Accidente cerebrovascular: un accidente cerebrovascular ocurre cuando el suministro de sangre al cerebro se interrumpe, debido al taponamiento de un coágulo de sangre o la rotura de un vaso sanguíneo. Si la interrupción del flujo sanguíneo es mínima, el lenguaje se recupera en unas horas o días. Sin embargo, en caso de que la detención se alargue, las neuronas mueren al no recibir el oxígeno que transporta la sangre. Por este motivo, acudir cuanto antes a urgencias ante un problema para hablar es fundamental.
- Traumatismo craneoencefálico: puede ocurrir como resultado de un accidente automovilístico, una caída o un golpe en la cabeza.
- Tumor cerebral: un tumor cerebral puede presionar el área del cerebro responsable del lenguaje y causar afasia.
- Infección o inflamación cerebral.
- Enfermedades cerebrales degenerativas, como la enfermedad de Alzheimer, la demencia o la enfermedad de Parkinson. Este tipo de afasias que se desarrollan de forma gradual se agrupan bajo la denominación de afasia progresiva primaria.
- Trastornos genéticos: en una minoría de casos, se ha detectado que la afasia puede ser hereditaria. Algunos trastornos genéticos pueden aumentar el riesgo de desarrollar afasia.
- Episodios convulsivos: pueden generar una afasia temporal.
4. Prevención
La afasia se puede prevenir con un estilo de vida saludable: sin fumar, comida sana y la práctica regular de ejercicio. Esto se debe a que el tabaco, colesterol y sobrepeso son factores de riesgo para un accidente cerebrovascular. También es importante evitar conductas que supongan riesgo de caídas y golpes.
5. Diagnóstico
Generalmente, el neurólogo es el profesional que realiza el proceso diagnóstico de la afasia que suele comprender las siguientes fases:
5.1. Uso de técnicas de neuroimagen
Técnicas como la tomografía computarizada (TAC) o una resonancia magnética, permiten visualizar el cerebro y determinar la causa subyacente de la afasia y la extensión del daño. Dependiendo de la causa, estas imágenes cerebrales también permitirán realizar un seguimiento de la misma.
5.2. Evaluación inicial del habla y del lenguaje
El profesional recabará información sobre los síntomas presentados, inicio de los mismos y otras particularidades de la situación generada. Asimismo, se llevarán a cabo pruebas para evaluar la capacidad de la persona para hablar, leer, escribir y comprender el lenguaje hablado y escrito.
5.3. Evaluación neurológica completa
Además, del habla y del lenguaje puede ampliarse la valoración a otras funciones cognitivas como atención, flexibilidad cognitiva, etc.
5.4. Evaluación específica del habla y del lenguaje
Normalmente, el profesional que trata a la persona con sospecha de afasia deriva a un foniatra o logopeda para que lleve a cabo una evaluación más pormenorizada que sirva de guía para el plan de tratamiento.
5.5. Valoración de las actividades cotidianas
El logopeda o foniatra puede observar cómo la persona se comunica con amigos y familiares, cómo realiza tareas cotidianas como cocinar o comprar, y cómo se desempeña en el trabajo o en la escuela.
6. Referencias bibliográficas
- Arango, J. C. (2014). Neuropsicología de la afasia. Editorial Médica Panamericana.
- Arizpe, A. M., & Gutiérrez, L. (2017). Manual de afasias: Evaluación y tratamiento. Editorial Médica Panamericana.
- García-Albea, J. E., & García García, M. (2015). Manual de afasia y trastornos relacionados. Pirámide.