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Conoce la taquilalia en profundidad

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¿Alguna vez has hablado con alguien y te ha costado seguir el ritmo de su habla? ¿Pudiste entender todo su discurso? Este fenómeno puede ser debido a la taquilalia. En este artículo veremos en qué consiste la taquilalia, por qué se produce, cómo se evalúa y los tratamientos para solucionar este problema.

1. ¿Qué es la taquilalia?

La taquilalia es un trastorno de la fluidez del habla en el que la persona habla a una excesiva velocidad. Debido a esto, se producen pocas pausas en el discurso, omisiones de sílabas y/o sonidos y distorsión de las sílabas.

Todo lo explicado anteriormente puede conllevar dificultades de inteligibilidad del mensaje.

Por otro lado, es importante mencionar que en ocasiones, se utilizan indistintamente los términos taquilalia y taquifemia. Sin embargo, algunos autores consideran que la taquilalia es un síntoma de la taquifemia.

El inicio suele tener lugar en la infancia o adolescencia, aunque puede ocurrir a cualquier edad. La frecuencia del trastorno aumenta en los períodos de excitación, nerviosismo o desinhibición. Asimismo, la taquilalia puede ir acompañado de otros trastornos como disfemia, comúnmente, llamada tartamudez o ansiedad.

Puedes conocer el fenómeno contrario a la taquilalia, que es la bradilalia en este otro post.

2. ¿Qué síntomas o características presenta la taquilalia?

A continuación, se exponen los signos más comunes que presentan las personas con taquilalia.

  • Ritmo de habla acelerado, sobre todo, en momentos de excitación o emoción y con personas cercanas y contextos familiares.
  • Disminución de pausas entre palabras.
  • Habla imprecisa.
  • Distorsiones, sustituciones u omisiones de sonidos o sílabas.
  • Uso de muletillas y repeticiones, en ocasiones, para conceder tiempo y organizar el discurso.
  • Inquietud corporal, nerviosismo.
  • Mala coordinación fonorrespiratoria.
  • Dificultad para comprender la totalidad del discurso por parte del oyente.
  • Voz monótona, sin inflexiones que carece de expresión emocional.
  • En casos graves, ininteligibilidad del discurso.
  • Puede haber también desorganización del discurso.
  • A menudo este patrón de habla también se encuentra en algún familiar.

Los niños con taquilalia tienden a ser menos conscientes de su habla rápida y la dificultad de comprensión de su discurso para el resto de las personas. En adultos, esta consciencia está más presente, aunque en un alto porcentaje es inexistente.

Síntomas taquilalia infografía

3. ¿Qué causa la taquilalia?

La taquilalia no tiene una única causa, sino que su origen es multicausal. A pesar de lo que se pueda pensar, las personas que sufren este trastorno no presentan problemas en losórganos implicados en el habla y en la respiración. A continuación, se muestran las posibles causas para la taquilalia.

  • Causas neurológicas como desarrollo incompleto de áreas implicadas en el lenguaje y la motricidad y mala conexión entre ambos hemisferios cerebrales.
  • Factor hereditario: existe controversia si este trastorno se debe a causas genéticas, siendo hereditario, o bien la persona ha aprendido a imitar el habla del progenitor o familiar que presenta un patrón similar.
  • Pensamiento acelerado que provoca una descoordinación con la capacidad de movimiento de los órganos articulatorios.
  • Perfil de personalidad muy extrovertido, ansioso, nervioso e hiperactivo.
  • Nivel alto de estrés.
  • Presión en la infancia para hablar rápido.
  • Estilo educativo estricto.

Es importante señalar que para algunos autores, la taquilalia no es un trastorno, sino que es considerado un signo dentro de un perfil de personalidad nervioso.

4. ¿Con qué otros trastornos se asocia la taquilalia?

La taquilalia generalmente ocurre de forma aislada. Sin embargo, en algunas ocasiones puede aparecer junto a otros trastornos. Los más comunes son la tartamudez o disfemia y la ansiedad.

Tanto la disfemia como la taquilalia son trastornos de la fluidez del habla. En la disfemia, el habla es más fluida con personas conocidas y contextos familiares. La persona con disfemia suele presentar bloqueos, prolongaciones incluso gestos asociados de tensión muscular que no se dan en la taquilalia. Además, se presentan pausas en el discurso de forma más frecuente, así como mayor número de repeticiones que en la taquilalia. En cambio, las personas que padecen taquilalia tienen una fluidez mayor con personas fuera del ámbito cercano y son menos conscientes de su problema.

La ansiedad puede aparecer ante la perspectiva de hablar con otras personas y no ser entendido, lo que puede conllevar, en algunos casos, a evitar las interacciones y al aislamiento social. Asimismo, la ansiedad puede ser un factor causante de la aparición de la taquilalia, ya que afecta a la fluidez y a la velocidad del habla.

5. ¿Cómo se evalúa la taquilalia?

Como hemos visto anteriormente, la taquilalia, además de ser un trastorno del habla, puede llevar a problemas emocionales. Por este motivo, se hace necesario la colaboración entre dos figuras profesionales: logopeda y psicólogo.

El psicólogo aplicará las pruebas adecuadas y realizará una evaluación cualitativa para conocer la salud mental de la persona que presenta taquilalia.

El logopeda, por su parte, evaluará la fluidez del habla para conocer el tipo y número de disfluencias y el ritmo de habla. Así como el comportamiento de la persona con taquilalia durante las conversaciones con personas cercanas.

Ambos profesionales realizarán entrevistas a familiares o a profesores de la persona con taquilalia para ampliar la información del propio paciente.

6. ¿Cómo es el tratamiento para la taquilalia?

Tras la evaluación y el planteamiento de los objetivos de forma personalizada, es fundamental que se lleva a cabo el tratamiento. En algunos casos, la intervención puede extenderse a familiares que tienen un patrón similar de habla. Asimismo, dependiendo de los datos de la evaluación, puede resultar necesario tratamiento psicológico. La intervención puede incluir las siguientes actividades:

6.1. Logopedia

  • Conciencia del trastorno: En el caso de que la persona no sea consciente de su problema hay que hacerle consciente mediante la grabación de su discurso y la escucha posterior.
  • Articulación: La persona con taquilalia debe eliminar los hábitos inadecuados del habla (omisiones, sustituciones, distorsiones…) que ha adquirido con los años y reemplazarlo con una articulación correcta mediante diferentes ejercicios. Además, es conveniente realizar ejercicios que promuevan la prosodia para dar más expresividad a su voz.
  • Ejercicios de coordinación respiratoria.
  • Ejercicios para reducir el ritmo de habla mediante metrónomo y lecturas.
  • Ejercicios para organizar del discurso.

      Además de las actividades planteadas, la colaboración familiar es esencial para avisar a la persona con taquilalia cuándo comienza a hablar rápido. También es importante, ofrecer pautas a la familia para no crear presión ni necesidad de hablar rápido y, en caso de niños, reforzar el habla a un ritmo adecuado.

      6.2. Psicología

      • Relajación: El paciente debe rebajar su estado de activación para que descienda la velocidad del habla. Para ello, se puede practicar con alguna técnica de relajación comola relajación progresiva de Jacobson.
      • Desensibilización sistemática: Con esta técnica se pretende eliminar la fobia social que puede desarrollar la persona con taquilalia.
      • Cambios en el estilo de vida para reducir el estrés.
      • Terapia cognitivo-conductual para mejorar autoestima y autoconfianza.
      • Acompañamiento emocional.

      7. Referencias bibliográficas

      1. Coll- Florit, M., Aguado, G., Fernández-Zúñiga, A., Gambra, S., Perelló, E.  y Vila-Rovira, J. (2016). Trastornos del habla y de la voz. Barcelona: editorial UOC.
      2. Susanibar, F., Dioses, A., Marchesan, I., Guzmán, M,, Leal, G., Guitar. B., Junqueira, A. (2016). Trastornos del Habla. De los fundamentos a la evaluación. Madrid: GIUNTI EOS.

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      Jennifer Mateos

      Soy Jennifer Mateos, Logopeda con más de 10 años de experiencia. Estoy Graduada en Logopedia por la Universidad de Salamanca y estoy colegiada en el Colegio de Logopedas del País Vasco (nº de colegiada: 480550). Actualmente, trabajo como Logopeda en mi propio despacho que está ubicado en el centro de Bilbao.